Lesiones del ligamento cruzado posterior: qué son, síntomas y tratamiento

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Rehabilitación de la Rodilla. Lesiones del Ligamento Cruzado Posterior. Dra. Maitin en Madrid

Índice de contenidos

  1. ¿Qué es el ligamento cruzado posterior?
  2. Síntomas de una lesión del LCP
  3. Causas más frecuentes de lesión del ligamento cruzado posterior
  4. Diagnóstico médico de la lesión del LCP
  5. Tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación
  6. Ejercicios y recomendaciones del fisiatra
  7. ¿Cuándo acudir a un especialista?
  8. Preguntas frecuentes sobre las lesiones del ligamento cruzado posterior
  9. Consulta a un médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación

¿Qué es el ligamento cruzado posterior?

El ligamento cruzado posterior (LCP) es una de las principales estructuras de la rodilla. Se encuentra en la parte interna de la articulación, detrás del ligamento cruzado anterior (LCA), y su función es dar estabilidad a la rodilla evitando que la tibia se desplace hacia atrás respecto al fémur.

Aunque las lesiones del LCP son menos comunes que las del LCA, cuando ocurren pueden generar dolor, inestabilidad y limitaciones para caminar, correr o practicar deporte.

Síntomas de una lesión del LCP

Los síntomas dependen de la gravedad de la lesión (distensión, rotura parcial o completa), pero los más habituales incluyen:

  • Dolor en la parte posterior de la rodilla, que puede intensificarse al correr o bajar escaleras.
  • Hinchazón o inflamación que aparece pocas horas después de la lesión.
  • Sensación de inestabilidad, como si la rodilla “fallara” al apoyar peso.
  • Limitación para flexionar o extender completamente la rodilla.
  • En algunos casos, hematomas en la parte posterior de la rodilla o la pierna.

Causas más frecuentes de lesión del ligamento cruzado posterior

El LCP suele lesionarse en traumatismos de alta energía o en deportes de contacto. Las causas más comunes son:

  • Accidentes de tráfico, sobre todo cuando la rodilla impacta contra el salpicadero en posición flexionada.
  • Deportes de contacto como fútbol, rugby o baloncesto, donde se producen choques directos sobre la tibia.
  • Caídas o golpes directos en la parte anterior de la rodilla.
  • Movimientos bruscos de hiperflexión o hiperextensión.

Diagnóstico médico de la lesión del LCP

El diagnóstico requiere una exploración clínica realizada por un especialista en Medicina Física y Rehabilitación o Traumatología. Entre las pruebas utilizadas destacan:

  • Exploración física: maniobras específicas como la prueba del “cajón posterior”.
  • Resonancia magnética (RMN): permite visualizar el grado de lesión del ligamento y posibles daños asociados en meniscos, cartílago o ligamentos colaterales.
  • Radiografías: descartan fracturas u otras lesiones óseas.

Un diagnóstico temprano es clave para establecer el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones a largo plazo, como la artrosis postraumática.

Tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación

El tratamiento depende de la severidad de la lesión y del nivel de actividad del paciente.

Tratamiento conservador

Suele ser la primera opción en lesiones parciales o en pacientes con bajo nivel de actividad deportiva:

  • Reposo relativo y protección articular (uso de rodillera estabilizadora).
  • Fisioterapia especializada para recuperar fuerza y movilidad.
  • Infiltraciones ecoguiadas en casos de dolor persistente o inflamación crónica, utilizando:
    • Ácido hialurónico para mejorar la lubricación y proteger el cartílago.
    • Plasma Rico en Plaquetas (PRP) para estimular la reparación tisular.
    • Corticoides en casos de inflamación severa.

Tratamiento quirúrgico

Indicado en roturas completas, pacientes jóvenes o deportistas de alto rendimiento. Consiste en la reconstrucción del LCP mediante injertos. Tras la cirugía, la rehabilitación es fundamental para recuperar la función de la rodilla.

Ejercicios y recomendaciones del fisiatra

La rehabilitación guiada por un fisiatra es fundamental para recuperar la estabilidad y la fuerza de la rodilla. Algunos ejercicios recomendados (según fase y tolerancia del paciente) son:

  • Fortalecimiento del cuádriceps: ejercicios isométricos en extensión.
  • Trabajo progresivo de glúteos e isquiotibiales para dar soporte a la rodilla.
  • Ejercicios de propiocepción (uso de bosu, superficies inestables).
  • Movilidad controlada: bicicleta estática sin resistencia en fases iniciales.

Importante: los ejercicios deben estar personalizados y supervisados para evitar sobrecarga o movimientos que puedan dañar el ligamento.

¿Cuándo acudir a un especialista?

Debes consultar con un médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación si presentas:

  • Dolor intenso o persistente en la rodilla.
  • Sensación de inestabilidad al caminar o correr.
  • Hinchazón recurrente o dificultad para flexionar o extender la rodilla.
  • Antecedente de traumatismo directo en la rodilla.

Cuanto antes se realice la valoración, más fácil será instaurar un tratamiento eficaz y evitar complicaciones.

Preguntas frecuentes sobre las lesiones del ligamento cruzado posterior

¿Es más grave una lesión del ligamento cruzado posterior que del ligamento cruzado anterior?

Ambas lesiones afectan la estabilidad de la rodilla. El LCA suele lesionarse con mayor frecuencia, pero las del LCP pueden ser más complejas y asociarse a otros daños.

¿Siempre es necesaria la cirugía?

No. Muchas lesiones del LCP pueden tratarse de forma conservadora con fisioterapia, ortesis y tratamientos regenerativos. La cirugía se reserva para casos graves o deportistas de alto nivel.

¿Cuánto tiempo tarda en recuperarse una lesión del LCP?

Depende del grado de la lesión: desde 2-3 meses en lesiones leves hasta 9-12 meses en casos que requieren cirugía.

¿Se puede volver a hacer deporte después de una lesión del LCP?

Sí, con una correcta rehabilitación es posible retomar la actividad física, aunque en algunos casos puede ser necesario adaptar la práctica deportiva.

Consulta a un médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación

Si experimentas dolor persistente en la rodilla, hinchazón recurrente o dificultades para moverte, no dudes en contactar conmigo para valorar juntos tu caso y comenzar tu camino hacia la recuperación. Como médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación y como experta en esta área, mi objetivo es ayudarte a encontrar el tratamiento más adecuado para que recuperes tu calidad de vida.

Recuerda que, aunque las lesiones del ligamento cruzado posterior son menos frecuentes que las del LCA, cada caso es único. Con un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado, es posible aliviar los síntomas y prevenir complicaciones futuras.

En tal sentido, recuerda que los contenidos de esta página tienen carácter meramente informativo y no sustituyen la evaluación clínica ni el juicio diagnóstico de un profesional. No constituyen práctica de telemedicina ni crean por sí mismos una relación médico-paciente. Cada caso requiere valoración individual antes de iniciar, modificar o suspender cualquier tratamiento o ejercicio. Por tanto, no adoptes medidas que no te hayan sido indicadas en una consulta profesional y en situaciones de urgencia, contacta con el 112 o acude a Urgencias.

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Publicado el

23 de octubre de 2025