Inestabilidad glenohumeral: qué es, síntomas y tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación

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Rehabilitación del Hombro. Inestabilidad Glenohumeral. Dra. Maitin en Madrid

Índice de contenidos

  1. ¿Qué es la inestabilidad glenohumeral?
  2. Síntomas más frecuentes
  3. Causas de la inestabilidad en el hombro
  4. Diagnóstico médico
  5. Tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación
  6. Ejercicios y recomendaciones del fisiatra
  7. ¿Cuándo acudir a un especialista?
  8. Preguntas frecuentes
  9. Consulta a un médico especialista

¿Qué es la inestabilidad glenohumeral?

La inestabilidad glenohumeral es una alteración de la articulación del hombro en la que la cabeza del húmero se desplaza parcial o totalmente de su posición normal en la cavidad glenoidea. Puede presentarse como luxación (cuando el hueso se sale por completo) o subluxación (cuando se desplaza de forma parcial). Esta condición puede ser recurrente y afectar de manera importante la movilidad y la calidad de vida.

El hombro es la articulación más móvil del cuerpo, pero también una de las menos estables, ya que depende en gran medida de los ligamentos, cápsula articular y músculos para mantener su congruencia.

Síntomas más frecuentes

Los pacientes con inestabilidad glenohumeral pueden experimentar:

  • Dolor en el hombro, especialmente al mover el brazo en ciertas direcciones.
  • Sensación de que el hombro «se sale» o va a salirse.
  • Pérdida de fuerza en el brazo afectado.
  • Limitación en los movimientos, sobre todo al levantar el brazo por encima de la cabeza.
  • Episodios repetidos de luxaciones o subluxaciones.
  • Inflamación o rigidez tras los episodios de inestabilidad.

Causas de la inestabilidad en el hombro

Las principales causas de la inestabilidad glenohumeral son:

  • Traumáticas: tras una caída, golpe directo o movimiento brusco que provoca una luxación.
  • Microtraumatismos repetidos: frecuentes en deportistas que realizan gestos por encima de la cabeza (tenis, pádel, voleibol, natación, balonmano o lanzadores en atletismo).
  • Constitucionales: personas con hiperlaxitud articular (mayor elasticidad de los ligamentos) son más propensas.
  • Cirugías previas o lesiones en los tejidos blandos del hombro.

Diagnóstico médico

El diagnóstico de la inestabilidad glenohumeral se basa en:

  • Historia clínica: valoración de los episodios de luxación, antecedentes deportivos y síntomas.
  • Exploración física: el médico evalúa la movilidad, fuerza y estabilidad de la articulación mediante pruebas específicas.
  • Pruebas de imagen:
    • Radiografías para descartar fracturas.
    • Ecografía musculoesquelética para valorar lesiones asociadas.
    • Resonancia magnética (RMN) para identificar daños en ligamentos, labrum o cartílago.

Un diagnóstico preciso es fundamental para planificar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones a largo plazo.

Tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación

El abordaje de la inestabilidad glenohumeral depende de la causa y de la frecuencia de los episodios. En Medicina Física y Rehabilitación se utilizan opciones como:

  • Fisioterapia y ejercicios de fortalecimiento: centrados en la musculatura del manguito rotador y estabilizadores escapulares.
  • Infiltraciones ecoguiadas:
  • Ondas de choque focales en casos de dolor asociado a tendinopatías.
  • Ortesis o sujeciones temporales en pacientes con episodios repetidos.

En casos graves o de repetición, el especialista puede valorar la opción quirúrgica, pero siempre intentando optimizar antes el tratamiento conservador.

Ejercicios y recomendaciones del fisiatra

El fisiatra suele recomendar:

  • Ejercicios de fortalecimiento del manguito rotador (rotaciones internas y externas con bandas elásticas).
  • Trabajo de estabilización escapular (ejercicios posturales y de retracción escapular).
  • Evitar movimientos bruscos por encima de la cabeza en la fase inicial.
  • Ejercicios de propiocepción y control motor para mejorar la estabilidad.
  • Mantener una buena higiene postural en el trabajo y en actividades deportivas.

¿Cuándo acudir a un especialista?

Debes consultar con un médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación si:

  • Has sufrido una luxación o subluxación del hombro.
  • Presentas dolor recurrente al mover el brazo.
  • Notas sensación de inestabilidad en actividades cotidianas o deportivas.
  • El hombro se te ha salido en más de una ocasión.
  • Tienes pérdida de fuerza o movilidad persistente.

Un diagnóstico temprano permite iniciar un tratamiento eficaz y prevenir complicaciones como el desgaste articular o la pérdida funcional.

Preguntas frecuentes

¿La inestabilidad glenohumeral siempre requiere cirugía?

No. Muchos casos mejoran con tratamiento rehabilitador, fisioterapia y fortalecimiento muscular.

¿Cuánto tarda en recuperarse un hombro inestable?

Depende del grado de lesión y del tipo de tratamiento. Con rehabilitación puede mejorar en semanas o meses, aunque en casos graves puede necesitar cirugía.

¿Puedo hacer deporte si tengo inestabilidad glenohumeral?

Sí, pero tras un plan de rehabilitación adecuado y evitando gestos de riesgo hasta que el hombro esté estable.

¿Qué diferencia hay entre luxación y subluxación?

La luxación es la salida completa de la cabeza humeral de la cavidad glenoidea, mientras que la subluxación es un desplazamiento parcial.

Consulta a un médico especialista

Si experimentas dolor persistente en el hombro, sensación de que se sale o dificultades para mover el brazo, no dudes en contactar conmigo para valorar juntos tu caso y comenzar tu camino hacia la recuperación. Como médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación y como experta en esta área, mi objetivo es ayudarte a encontrar el tratamiento más adecuado para que recuperes tu calidad de vida.

Recuerda que, aunque la inestabilidad glenohumeral es relativamente frecuente, cada caso es único. Con un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado, es posible aliviar los síntomas y prevenir complicaciones futuras.

En tal sentido, recuerda que los contenidos de esta página tienen carácter meramente informativo y no sustituyen la evaluación clínica ni el juicio diagnóstico de un profesional. No constituyen práctica de telemedicina ni crean por sí mismos una relación médico-paciente. Cada caso requiere valoración individual antes de iniciar, modificar o suspender cualquier tratamiento o ejercicio. Por tanto, no adoptes medidas que no te hayan sido indicadas en una consulta profesional y en situaciones de urgencia, contacta con el 112 o acude a Urgencias.