Índice de contenidos
- ¿Qué es la inestabilidad glenohumeral?
- Síntomas más frecuentes
- Causas de la inestabilidad en el hombro
- Diagnóstico médico
- Tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación
- Ejercicios y recomendaciones del fisiatra
- ¿Cuándo acudir a un especialista?
- Preguntas frecuentes
- Consulta a un médico especialista
¿Qué es la inestabilidad glenohumeral?
La inestabilidad glenohumeral es una alteración de la articulación del hombro en la que la cabeza del húmero se desplaza parcial o totalmente de su posición normal en la cavidad glenoidea. Puede presentarse como luxación (cuando el hueso se sale por completo) o subluxación (cuando se desplaza de forma parcial). Esta condición puede ser recurrente y afectar de manera importante la movilidad y la calidad de vida.
El hombro es la articulación más móvil del cuerpo, pero también una de las menos estables, ya que depende en gran medida de los ligamentos, cápsula articular y músculos para mantener su congruencia.
Síntomas más frecuentes
Los pacientes con inestabilidad glenohumeral pueden experimentar:
- Dolor en el hombro, especialmente al mover el brazo en ciertas direcciones.
- Sensación de que el hombro «se sale» o va a salirse.
- Pérdida de fuerza en el brazo afectado.
- Limitación en los movimientos, sobre todo al levantar el brazo por encima de la cabeza.
- Episodios repetidos de luxaciones o subluxaciones.
- Inflamación o rigidez tras los episodios de inestabilidad.
Causas de la inestabilidad en el hombro
Las principales causas de la inestabilidad glenohumeral son:
- Traumáticas: tras una caída, golpe directo o movimiento brusco que provoca una luxación.
- Microtraumatismos repetidos: frecuentes en deportistas que realizan gestos por encima de la cabeza (tenis, pádel, voleibol, natación, balonmano o lanzadores en atletismo).
- Constitucionales: personas con hiperlaxitud articular (mayor elasticidad de los ligamentos) son más propensas.
- Cirugías previas o lesiones en los tejidos blandos del hombro.
Diagnóstico médico
El diagnóstico de la inestabilidad glenohumeral se basa en:
- Historia clínica: valoración de los episodios de luxación, antecedentes deportivos y síntomas.
- Exploración física: el médico evalúa la movilidad, fuerza y estabilidad de la articulación mediante pruebas específicas.
- Pruebas de imagen:
- Radiografías para descartar fracturas.
- Ecografía musculoesquelética para valorar lesiones asociadas.
- Resonancia magnética (RMN) para identificar daños en ligamentos, labrum o cartílago.
Un diagnóstico preciso es fundamental para planificar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones a largo plazo.
Tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación
El abordaje de la inestabilidad glenohumeral depende de la causa y de la frecuencia de los episodios. En Medicina Física y Rehabilitación se utilizan opciones como:
- Fisioterapia y ejercicios de fortalecimiento: centrados en la musculatura del manguito rotador y estabilizadores escapulares.
- Infiltraciones ecoguiadas:
- Corticoides en casos de dolor e inflamación persistente.
- Ácido hialurónico para mejorar la lubricación y protección articular.
- Plasma Rico en Plaquetas (PRP) para estimular la regeneración de tejidos.
- Ondas de choque focales en casos de dolor asociado a tendinopatías.
- Ortesis o sujeciones temporales en pacientes con episodios repetidos.
En casos graves o de repetición, el especialista puede valorar la opción quirúrgica, pero siempre intentando optimizar antes el tratamiento conservador.
Ejercicios y recomendaciones del fisiatra
El fisiatra suele recomendar:
- Ejercicios de fortalecimiento del manguito rotador (rotaciones internas y externas con bandas elásticas).
- Trabajo de estabilización escapular (ejercicios posturales y de retracción escapular).
- Evitar movimientos bruscos por encima de la cabeza en la fase inicial.
- Ejercicios de propiocepción y control motor para mejorar la estabilidad.
- Mantener una buena higiene postural en el trabajo y en actividades deportivas.
¿Cuándo acudir a un especialista?
Debes consultar con un médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación si:
- Has sufrido una luxación o subluxación del hombro.
- Presentas dolor recurrente al mover el brazo.
- Notas sensación de inestabilidad en actividades cotidianas o deportivas.
- El hombro se te ha salido en más de una ocasión.
- Tienes pérdida de fuerza o movilidad persistente.
Un diagnóstico temprano permite iniciar un tratamiento eficaz y prevenir complicaciones como el desgaste articular o la pérdida funcional.
Preguntas frecuentes
¿La inestabilidad glenohumeral siempre requiere cirugía?
No. Muchos casos mejoran con tratamiento rehabilitador, fisioterapia y fortalecimiento muscular.
¿Cuánto tarda en recuperarse un hombro inestable?
Depende del grado de lesión y del tipo de tratamiento. Con rehabilitación puede mejorar en semanas o meses, aunque en casos graves puede necesitar cirugía.
¿Puedo hacer deporte si tengo inestabilidad glenohumeral?
Sí, pero tras un plan de rehabilitación adecuado y evitando gestos de riesgo hasta que el hombro esté estable.
¿Qué diferencia hay entre luxación y subluxación?
La luxación es la salida completa de la cabeza humeral de la cavidad glenoidea, mientras que la subluxación es un desplazamiento parcial.
Consulta a un médico especialista
Si experimentas dolor persistente en el hombro, sensación de que se sale o dificultades para mover el brazo, no dudes en contactar conmigo para valorar juntos tu caso y comenzar tu camino hacia la recuperación. Como médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación y como experta en esta área, mi objetivo es ayudarte a encontrar el tratamiento más adecuado para que recuperes tu calidad de vida.
Recuerda que, aunque la inestabilidad glenohumeral es relativamente frecuente, cada caso es único. Con un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado, es posible aliviar los síntomas y prevenir complicaciones futuras.
En tal sentido, recuerda que los contenidos de esta página tienen carácter meramente informativo y no sustituyen la evaluación clínica ni el juicio diagnóstico de un profesional. No constituyen práctica de telemedicina ni crean por sí mismos una relación médico-paciente. Cada caso requiere valoración individual antes de iniciar, modificar o suspender cualquier tratamiento o ejercicio. Por tanto, no adoptes medidas que no te hayan sido indicadas en una consulta profesional y en situaciones de urgencia, contacta con el 112 o acude a Urgencias.