Índice de contenidos
- ¿Qué es la radiculopatía cervical?
- Síntomas de la patología
- Causas de las patologías
- Diagnóstico médico
- Tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación
- Ejercicios y recomendaciones del fisiatra
- ¿Cuándo acudir a un especialista?
- Preguntas frecuentes sobre la radiculopatía cervical
- Consulta a un médico especialista
¿Qué es la radiculopatía cervical?
También conocida como cervicobraquialgia, compresión radicular cervical o dolor cervical irradiado al brazo, la radiculopatía cervical es una causa frecuente de dolor y pérdida de fuerza en personas activas (oficinistas, deportistas, mayores). La radiculopatía cervical es la irritación o compresión de una raíz nerviosa a nivel del cuello (columna cervical). Cuando una raíz se inflama por hernia discal, artrosis (osteofitos) o estrechamiento del foramen por donde sale el nervio, aparecen dolor irradiado desde el cuello hacia el hombro, brazo y mano, junto a alteraciones de la sensibilidad y la fuerza.
En términos sencillos: hay un “pinzamiento del nervio” en la zona cervical que provoca síntomas a lo largo del recorrido del nervio hacia el brazo.
Síntomas de la patología
Los signos y síntomas pueden variar según la raíz afectada (C5, C6, C7, C8, T1), pero los más habituales son:
- Dolor cervical que irradia a hombro, brazo, antebrazo y/o mano (a veces en trayectos muy concretos).
- Hormigueo, adormecimiento o calambres en la mano o dedos (parestesias).
- Debilidad en hombro, codo o mano (dificultad para levantar el brazo, agarrar objetos, abrir tarros, apretar la pinza).
- Disminución de la sensibilidad al tacto o al dolor en áreas del brazo.
- Dolor al girar el cuello o al mantener posturas sostenidas (ordenador, conducir).
- Empeoramiento nocturno o con maniobras como toser/estornudar.
Patrones según la raíz (orientativos):
- C5: dolor en cuello y parte lateral del hombro; debilidad para abducción del hombro.
- C6: dolor hacia bíceps y primer-dedo; dificultad para flexión del codo y extensión de muñeca.
- C7: dolor hacia tríceps y dedos 2–3; debilidad para extensión del codo.
- C8–T1: dolor hacia cara medial del antebrazo y dedos 4–5; debilidad en la pinza fina y mano intrínseca.
Causas de las patologías
Las causas más comunes en adultos son:
- Hernia discal cervical: el material del disco protruye y comprime/irrita la raíz. Frecuente en personas activas, corredores y deportistas de raqueta por cargas repetidas y gestos de hiperextensión del cuello.
- Cambios degenerativos (artrosis/osteofitos): con la edad, las articulaciones y discos se degeneran y el foramen se estrecha (estenosis foraminal).
- Estenosis del canal cervical: menos frecuente, pero puede coexistir y dar síntomas medulares (mielopatía).
- Espasmo muscular y mala ergonomía: no “pinzan” el nervio, pero perpetúan la irritación y el dolor (posturas mantenidas, trabajo a ordenador sin ajustes).
- Traumatismos (latigazo cervical), sobrecargas deportivas, microtraumatismos repetidos.
Factores de riesgo: trabajos de oficina prolongados sin pausas, obesidad, tabaquismo, baja forma física, deportes con impactos o rotaciones repetidas del cuello (pádel, tenis, fútbol).
Diagnóstico médico
El diagnóstico es clínico y se confirma con pruebas cuando es necesario.
Historia clínica y exploración física
- Maniobra de Spurling: la inclinación y compresión cervical reproduce el dolor radicular.
- Pruebas de tensión neural (ULNT): evalúan irritabilidad del nervio.
- Fuerza, reflejos y sensibilidad por miotomas y dermatomos.
Pruebas complementarias
- Resonancia Magnética (RM) cervical: prueba de elección para visualizar hernias discales, osteofitos y estenosis foraminal/canal.
- Radiografías: valoran alineación, artrosis y movilidad. Útiles en dolor crónico o tras traumatismos.
- Electromiografía (EMG) y conducción nerviosa: confirman afectación de la raíz y ayudan a diferenciar de neuropatías periféricas (síndrome del túnel carpiano, ulnar, etc.).
En la mayoría de los casos no es urgente pedir RM al inicio si no hay “banderas rojas”. Con un buen manejo conservador, muchos pacientes mejoran en semanas.
Banderas rojas (alertas): fiebre, pérdida de peso inexplicada, déficit neurológico progresivo (pérdida de fuerza), alteración de la marcha, torpeza en las manos, incontinencia o dolor tras un traumatismo importante. Ante estas señales se debe acudir de forma preferente a valoración.
Tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación
El objetivo es calmar el dolor, reducir la inflamación neural, recuperar fuerza y movilidad y prevenir recaídas. Siempre individualizamos el plan según tu edad, actividad (oficina, corredor, pádel/tenis, fútbol) y comorbilidades.
Educación y control del dolor
- Analgésicos/antiinflamatorios pautados por tu médico en fases agudas.
- Breve reposo relativo (2–5 días) evitando posturas/pesos que empeoran; reintroducción gradual de actividad.
- Calor local o compresas tibias para musculatura paravertebral; en fases muy agudas puede ayudar frío breve.
- Collarín cervical blando solo de forma muy temporal (1–3 días) si el dolor es incapacitante; retirarlo pronto para evitar rigidez.
Fisioterapia y ejercicio terapéutico
- Movilizaciones y terapia manual suave, tracciones cervicales dosificadas cuando estén indicadas.
- Ejercicios de retracción cervical y automovilizaciones (enfoque McKenzie) para centralizar el dolor.
- Fortalecimiento de flexores profundos del cuello y estabilización escapular.
- Neurodinámica: deslizamientos del nervio mediano/radial/ulnar para reducir la irritabilidad neural.
- Reentrenamiento postural y ergonomía: ajuste de puesto de trabajo (altura de pantalla, silla, teclado), pausas activas cada 45–60 min.
Infiltraciones guiadas por ecografía o control de imagen
En casos seleccionados, cuando el dolor persiste pese a un manejo conservador bien pautado, se pueden realizar procedimientos intervencionistas:
- Bloqueo selectivo de raíz cervical (infiltración perirradicular) con anestésico local y corticoide, guiado por ecografía y/o fluoroscopia para máxima precisión y seguridad. Indicado en radiculopatía por hernia o estenosis foraminal.
- Epidural cervical interlaminar (en centros con experiencia) para radiculopatías multisegmentarias.
- Infiltración de articulaciones facetarias si coexiste dolor facetario (no radicular) que perpetúa el cuadro.
Procedimientos como PRP o ácido hialurónico no son tratamientos estándar para la radiculopatía; su uso se reserva a otras patologías (tendinopatías, articulaciones periféricas).
Otros tratamientos
- Electroterapia analgésica (TENS) y técnicas complementarias según tolerancia.
- Programas de rehabilitación funcional orientados al retorno seguro al deporte (carrera, pádel, tenis, fútbol) y a las demandas del puesto de trabajo.
Cuándo valorar cirugía
- Déficit neurológico progresivo (empeora la fuerza/sensibilidad), síndrome medular o dolor refractario tras tratamiento conservador bien realizado durante varias semanas.
- Opciones como discectomía/foraminotomía o artrodesis cervical (ACDF) se valoran con Neurocirugía/Traumatología. La mayoría de pacientes no requieren cirugía.
Ejercicios y recomendaciones del fisiatra
Realiza estos ejercicios sin dolor y bajo supervisión profesional si estás en fase aguda.
- Respiración diafragmática y relajación cervical (2–3 min)
En sedestación, hombros relajados, manos sobre abdomen. Inspira por nariz hinchando el abdomen, exhala lento. Disminuye el tono muscular cervical. - Retracción cervical (“doble mentón”)
Sentado erguido, lleva la barbilla hacia atrás (no hacia abajo), como si “alargases” la nuca. Mantén 3–5 s. 10–12 repeticiones, 2–3 series. - Deslizamientos neurales
- Mediano: hombro en abducción 90°, codo extendido, muñeca en extensión ligera; inclina la cabeza contraria al brazo y vuelve al centro. 10–15 repeticiones.
- Ulnar/Radial: variaciones según raíz afectada, siempre suaves, sin provocar dolor.
- Fortalecimiento de flexores profundos
Decúbito supino, realiza un leve “sí” sin despegar la cabeza, activando la garganta. Mantén 5 s. 10–12 repeticiones. - Estabilización escapular
Remo con banda elástica, énfasis en serrato anterior y romboides. 2–3 series de 12–15 repeticiones, 3–4 días/semana.
Hábitos y ergonomía
- Pantalla a la altura de los ojos, silla con apoyo lumbar, teclado cerca y antebrazos apoyados.
- Pausas activas cada 45–60 minutos: 1–2 min de movilidad cervical y estiramientos suaves.
- Dormir de lado o boca arriba con almohada cervical que mantenga la cabeza alineada; evita dormir boca abajo.
- Deporte: reintroducción gradual; si corres o juegas a pádel/tenis, calienta hombro y escápula, evita golpes por encima de la cabeza en fase de dolor.
¿Cuándo acudir a un especialista?
- Dolor cervical con irradiación al brazo que no mejora en 2–4 semanas.
- Hormigueo o debilidad en mano, codo u hombro.
- Dolor nocturno intenso o que limita tus actividades diarias.
- Ante banderas rojas: fiebre, pérdida de peso, golpe/accidente reciente, pérdida de fuerza progresiva, alteraciones en la marcha, torpeza de manos o problemas de control de esfínteres.
En estos casos, solicita valoración por Medicina Física y Rehabilitación para realizar un diagnóstico preciso y un plan personalizado.
Preguntas frecuentes sobre la radiculopatía cervical
¿Siempre es una hernia discal?
No. La radiculopatía también puede deberse a artrosis (osteofitos), estenosis foraminal o combinaciones de ambos.
¿Cuánto tarda en mejorar?
Muchos pacientes mejoran en 4–6 semanas con manejo conservador. Si el dolor o la debilidad persisten, valoramos infiltración perirradicular y otras medidas.
¿Puedo seguir trabajando si uso ordenador?
Sí, ajustando la ergonomía y realizando pausas activas. Evita posturas mantenidas con el cuello adelantado.
¿Qué deportes puedo hacer?
Caminar y bici estática suave suelen ser bien tolerados. La vuelta a correr, pádel o tenis debe ser gradual y guiada; evita gestos por encima de la cabeza en fase aguda.
¿Me viene bien un collarín?
Solo en fases muy dolorosas y por poco tiempo. El uso prolongado empeora la rigidez y debilita la musculatura.
¿Cuándo necesito cirugía?
Si presentas déficit neurológico progresivo o dolor que no responde a un tratamiento bien pautado, se valora con el equipo quirúrgico. La mayoría no la requiere.
Consulta a un médico especialista
Si experimentas dolor persistente en el cuello con irradiación al brazo, hormigueos o debilidad en la mano, no dudes en contactar conmigo para valorar juntos tu caso y comenzar tu camino hacia la recuperación. Como médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación y como experta en esta área, mi objetivo es ayudarte a encontrar el tratamiento más adecuado para que recuperes tu calidad de vida.
Recuerda que, aunque los problemas en los nervios cervicales son comunes, cada caso es único. Con un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado, es posible aliviar los síntomas y prevenir complicaciones futuras.
En tal sentido, recuerda que los contenidos de esta página tienen carácter meramente informativo y no sustituyen la evaluación clínica ni el juicio diagnóstico de un profesional. No constituyen práctica de telemedicina ni crean por sí mismos una relación médico-paciente. Cada caso requiere valoración individual antes de iniciar, modificar o suspender cualquier tratamiento o ejercicio. Por tanto, no adoptes medidas que no te hayan sido indicadas en una consulta profesional y en situaciones de urgencia, contacta con el 112 o acude a Urgencias.