Índice de contenidos
- ¿Qué es la sacroileítis?
- Síntomas de la sacroileítis
- Causas más frecuentes
- Diagnóstico médico
- Tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación
- Ejercicios y recomendaciones prácticas
- ¿Cuándo acudir a un especialista?
- Preguntas frecuentes sobre sacroileítis
- Consulta a un médico especialista en Madrid
¿Qué es la sacroileítis?
La sacroileítis es la inflamación de una o ambas articulaciones sacroilíacas, situadas en la parte baja de la espalda, donde la columna se une con la pelvis. Estas articulaciones son fundamentales para la estabilidad y movilidad de la cadera y la columna lumbar.
Cuando se inflaman, pueden provocar dolor en la zona baja de la espalda, los glúteos, la cadera o incluso irradiarse hacia las piernas, dificultando las actividades cotidianas como caminar, permanecer sentado o dormir.
Se trata de una patología que puede afectar tanto a adultos jóvenes como a personas mayores, y que muchas veces se confunde con otras causas de dolor lumbar.
Síntomas de la sacroileítis
Los síntomas pueden variar en intensidad y duración, pero los más comunes son:
- Dolor en la parte baja de la espalda, glúteos o caderas.
- Dolor que empeora al estar de pie durante mucho tiempo o al subir escaleras.
- Rigidez matutina en la zona lumbar o pélvica.
- Dolor que se incrementa con la actividad física y mejora con el reposo.
- Sensación de inflamación localizada en la zona sacroilíaca.
- En algunos casos, irradiación del dolor hacia las piernas, similar a la ciática.
Causas más frecuentes
La sacroileítis puede tener múltiples orígenes. Entre los más comunes se encuentran:
- Sobrecarga mecánica: levantamiento de peso, deportes de impacto o malas posturas.
- Enfermedades inflamatorias: como la espondilitis anquilosante o la artritis psoriásica.
- Embarazo: los cambios hormonales y de peso pueden sobrecargar las articulaciones sacroilíacas.
- Traumatismos: caídas o accidentes que afecten la pelvis o la columna.
- Infecciones: en casos poco frecuentes, puede deberse a procesos infecciosos.
- Obesidad: el exceso de peso aumenta la presión sobre la zona lumbar y pélvica.
Diagnóstico médico
El diagnóstico de la sacroileítis requiere una evaluación clínica detallada por parte de un médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación.
Las pruebas más utilizadas son:
- Exploración física para identificar puntos dolorosos y limitación de movimiento.
- Radiografías o resonancias magnéticas para detectar inflamación o cambios estructurales.
- Análisis de laboratorio en caso de sospecha de enfermedades inflamatorias o autoinmunes.
Un diagnóstico correcto es esencial, ya que los síntomas de la sacroileítis pueden confundirse con otras patologías como hernias discales o artrosis de cadera.
Tratamiento en Medicina Física y Rehabilitación
El tratamiento debe ser personalizado, dependiendo de la causa y la intensidad de los síntomas.
En una consulta de fisiatría, se pueden utilizar:
- Medicamentos antiinflamatorios (cuando están indicados, siempre bajo supervisión médica).
- Infiltraciones ecoguiadas: con corticoides, ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas para reducir la inflamación y el dolor.
- Terapias físicas: como calor local, ultrasonidos o TENS.
- Ondas de choque focales en casos seleccionados para mejorar la inflamación crónica.
- Programa de rehabilitación: ejercicios supervisados para fortalecer la musculatura lumbar, glútea y abdominal, fundamentales para dar soporte a la articulación sacroilíaca.
Ejercicios y recomendaciones prácticas
El ejercicio terapéutico es una de las herramientas más eficaces en el control de la sacroileítis.
Algunas recomendaciones son:
- Fortalecimiento del core: ejercicios de abdomen y zona lumbar.
- Movilidad pélvica suave: estiramientos controlados para mejorar la flexibilidad.
- Ejercicios de glúteo y cadera: puente de glúteos, elevaciones laterales de pierna.
- Evitar estar sentado por períodos prolongados; levantarse y estirar cada hora.
- Mantener un peso saludable para reducir la sobrecarga articular.
- Dormir de lado con una almohada entre las rodillas para disminuir la presión en la pelvis.
Es importante que estos ejercicios sean supervisados por un fisiatra o fisioterapeuta especializado, ya que realizar movimientos incorrectos puede empeorar los síntomas.
¿Cuándo acudir a un especialista?
Se recomienda consultar con un médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación si presentas:
- Dolor lumbar o pélvico que no mejora con reposo o analgésicos comunes.
- Rigidez persistente, sobre todo al levantarse por la mañana.
- Dolor que interfiere con actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o dormir.
- Sospecha de enfermedad inflamatoria asociada.
- Síntomas que empeoran progresivamente.
Preguntas frecuentes sobre sacroileítis
¿La sacroileítis es lo mismo que la ciática?
No. Aunque en algunos casos puede dar dolor irradiado hacia las piernas, la sacroileítis se origina en la articulación sacroilíaca, mientras que la ciática se produce por compresión del nervio ciático.
¿Se puede curar la sacroileítis?
Depende de la causa. Cuando se debe a sobrecarga mecánica, puede mejorar mucho con tratamiento y rehabilitación. En casos crónicos por enfermedades inflamatorias, se busca controlar los síntomas y prevenir el daño articular.
¿El deporte empeora la sacroileítis?
No necesariamente. Algunos deportes de impacto pueden agravarla, pero con un plan de ejercicios adaptados, mantenerse activo es beneficioso.
¿El embarazo puede causar sacroileítis?
Sí, debido a la laxitud ligamentosa y al aumento de peso, es frecuente que aparezca dolor sacroilíaco durante el embarazo.
Consulta a un médico especialista en Madrid
Si experimentas dolor persistente en la parte baja de la espalda, rigidez en la pelvis o molestias al caminar, no dudes en contactar conmigo para valorar juntos tu caso y comenzar tu camino hacia la recuperación. Como médico especialista en Medicina Física y Rehabilitación y como experta en esta área, mi objetivo es ayudarte a encontrar el tratamiento más adecuado para que recuperes tu calidad de vida.
Recuerda que, aunque la sacroileítis es una causa común de dolor lumbar, cada caso es único. Con un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado, es posible aliviar los síntomas y prevenir complicaciones futuras.
En tal sentido, recuerda que los contenidos de esta página tienen carácter meramente informativo y no sustituyen la evaluación clínica ni el juicio diagnóstico de un profesional. No constituyen práctica de telemedicina ni crean por sí mismos una relación médico-paciente. Cada caso requiere valoración individual antes de iniciar, modificar o suspender cualquier tratamiento o ejercicio. Por tanto, no adoptes medidas que no te hayan sido indicadas en una consulta profesional y en situaciones de urgencia, contacta con el 112 o acude a Urgencias.